dimecres, d’octubre 08, 2014

INTERVENCIÓN PROPOSICIÓN NO DE LEY ANTE EL PLENO SOBRE LA PRESUNCIÓN DE CONSTITUCIONALIDAD DE LAS LEYES QUE EMANAN DEL PARLAMENTO DE CATALUÑA.


 Señorías, la sabiduría popular dice que dos no se pelean si uno no quiere, y aquí hay dos que han querido el enfrentamiento, que lo han buscado con ahínco, de hecho. Es cierto que el principal responsable del gran malestar que hoy se vive en Cataluña es el Partido Popular han sido los protagonistas en generar un problema político al que ahora intentan dar respuesta con argumentos jurídicos, y todo con el objetivo pírrico de obtener votos. Decidieron en su día enfrentarse con toda la ciudadanía catalana para conseguir votos en el resto de España y al final lo que ha pasado es que todos los españoles hemos sido víctimas de esa estrategia. Ahora bien, lo cierto también es que muchos ciudadanos nos preguntamos qué quiere exactamente el grupo proponente, cuál es su pretensión última forzando la situación, qué pretenden llamando a la desobediencia o qué buscan con la presentación de esta iniciativa. ¿Celebrar una consulta ilegal? ¿Celebrar una consulta sin garantías? ¿Celebrar una consulta sin reconocimiento? No sé si se dan cuenta, pero lo que en realidad proponen ya, habiendo llegado al punto en el que estamos, es votar de manera no democrática y nos preguntamos para qué quieren algo así. ¿Para sacar rédito? ¿Para afianzarse electoralmente? ¿Para generar crispación? ¿Para generar frustración? ¿Para generar más fractura entre la sociedad catalana? Esta proposición no de ley no aporta nada, esta iniciativa parlamentaria no aporta nada, ni diálogo, ni salidas, ni soluciones políticas.
 
Señor Bosch, es posible que usted piense que hoy aquí está haciendo un gran servicio a la historia de Cataluña, pero yo le digo y le aseguro que le está haciendo un mal servicio, un muy mal servicio a los catalanes y a las catalanas del momento actual, del presente. Con su proposición de hoy no pretende aportar ninguna solución, sino exacerbar el problema. Usa usted, y no es el único, un espacio que debería servir para el diálogo como una plataforma para la confusión, para la manipulación de las emociones y para la propaganda.
En definitiva, señorías, tanto los unos como los otros, por mirar solo los intereses propios más inmediatos, están poniendo a la sociedad catalana en una situación sin salida. El grupo proponente y otras fuerzas políticas dicen ofrecernos acordar una consulta, pero en realidad ni siquiera hacen eso porque lo que quieren es que acordemos su referéndum de autodeterminación, con sus preguntas, con su día y con sus condiciones. Y usted, señor Bosch, ¿cómo llama a esto, diálogo, negociación?

Señoras y señores diputados, lo hemos dicho muchas veces, pero lo volveremos a hacer. Nosotros proponemos consultar un acuerdo, votar, sí, pero de manera democrática y con las garantías democráticas. Nuestra propuesta pasa por el reconocimiento, por la convivencia, por la suma, por la unión de la complejidad; nuestra propuesta pasa por buscar concordia y pactos. Nosotros les proponemos que nos sentemos, que nos sentemos todos, y de verdad, a dialogar y a negociar para llegar a un acuerdo que someteremos a consulta de todos y que debe representar la renovación del pacto de convivencia que nos dimos en su momento todos los ciudadanos. La Ley de Consultas, que para algunos es una mejora de la participación de los ciudadanos, para otros, como ustedes, señores de Esquerra Republicana, parece que solo sirve para un referéndum fijado de manera unilateral para el día 9 de noviembre, al margen del diálogo, de la negociación y del pacto que nosotros propugnamos como la única vía de solución. Ustedes han hecho una ley para un solo día. Algunos respetamos las instituciones democráticas siempre y en todo momento y otros, a conveniencia. 

Termino, señora presidenta. Lo cierto, señor Bosch, es que usted con su propuesta no nos da una oportunidad de elegir a la mayoría de los catalanes; por el contrario, nos obliga a renunciar. La última encuesta del CEO, Centre d’Estudis d’Opinió de la Generalitat de Catalunya de hace apenas dos semanas, preguntaba a los catalanes sobre sus sentimientos de identidad. El 27 % se sienten exclusivamente catalanes, el 70 % también nos sentimos españoles. Así, con su diseño, lo que nos piden al 70 % de los catalanes no es que elijamos, sino que renunciemos a nuestra identidad plural. 

Señor Bosch, usted ha hablado de normalidad, de sensatez y de justicia y yo le digo que no hay normalidad, ni sensatez ni justicia sin respeto a la ley y sin respeto a las instituciones democráticas, a todas las instituciones democráticas. Háganlo, háganlo para que después podamos iniciar el único camino posible, el del diálogo, el de la negociación y el de un nuevo pacto constitucional que nos permita seguir viviendo en convivencia. Permitan que se abra el tiempo de la política.

Muchas gracias.
Pleno 07 octubre 2014
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