El futuro de Europa y el periodo de reflexión ha sido el tema elegido para celebrar la XXXV reunión de la COSAC en Viena. Dentro de las prioridades de la presidencia austriaca encontramos dos temas: por un lado, la aplicación del principio de subsidiariedad dando un mayor protagonismo a los Parlamentos Nacionales en el proceso legislativo comunitario y, por otro lado, el futuro de Europa frente a la parálisis de la entrada en vigor del Tratado Constitucional.
Los dos temas se trataron en Viena. Los distintos Estados participantes expresaron su opinión y tuvieron la oportunidad de exponer sus perspectivas. Podemos destacar que el Canciller Schüssel tuvo una presencia prolongada y activa durante la sesión.
La interconexión entre lo que pasa en Europa y los Parlamentos Nacionales parece que debe ser uno de los elementos prioritarios de ahora en adelante. El diagnóstico de la necesidad de acercar las instituciones europeas a la ciudadanía y conseguir que las políticas europeas sean percibidas como políticas de afectación directa para el bienestar es unánime, de lo contrario, el distanciamiento entre ciudadanos y la construcción europea será imparable.
El principio de subsidiariedad como principio que permite el control por parte de los parlamentos nacionales de la actividad de la Unión debe relacionarse con el concepto de democracia, porque continúa habiendo poca transparencia en el ámbito comunitario.
Al mismo tiempo, a nivel nacional, harían faltan estructuras mejores para europeizar más los temas, creando estructuras de cooperación entre ambos parlamentos. En este sentido me permito sugerir, al margen de lo que en la reunión de la COSAC se trató, la conveniencia de una mayor presencia de comisarios europeos en nuestra cámara, una mejor coordinación con los europarlamentarios o la designación de un representante de las Cortes Generales frente a la Unión, como tienen ya 21 de los 25 Estados miembros.
La revisión por parte de parlamentos nacionales de la adecuación de la normativa comunitaria a sus competencias y el respeto del principio de subsidiariedad —que en ningún caso debe transformarse en un control de oportunidad, cosa que ya pasa actualmente— tiene que tener como consecuencia lo siguiente: y es que una vez realizado el control y aprobada la norma debería ser ejecutada inmediatamente por parte de los parlamentos nacionales o regionales y por parte de los gobiernos de los Estados miembros.
Todos los Estados miembros debemos estar unidos para impulsar el Tratado Constitucional y ese impulso deberá venir necesariamente de los Estados miembros y muy especialmente de los parlamentos nacionales. No hay riesgo ni contradicción entre el fortalecimiento de la Unión Europea y el papel de los parlamentos nacionales. Son éstos precisamente los que deben hablar de Europa y acercarla así a los ciudadanos.
En este sentido, el encuentro de la COSAC concluyó con la adopción de un texto básico en el que todos los Estados llegamos a una posición común. Así, por ejemplo, se le pide al Consejo europeo de 17 de junio de 2006 que adopte una hoja de ruta para el futuro proceso de ratificación.
Subscriure's a:
Comentaris del missatge (Atom)
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada