dilluns, de març 15, 2010

PACTO CONTRA LA CRISIS: UNA OPORTUNIDAD PARA EL PAÍS



La principal preocupación de los socialistas durante toda la legislatura ha sido combatir la crisis económica. Una crisis que azota internacionalmente a todos los países del mundo y que en España pone de manifiesto las flaquezas de nuestro modelo de crecimiento.

Para ello el gobierno ha puesto en marcha medidas de choque, de ayuda directa a sectores estratégicos; a facilitar liquidez a Pimes y autónomos a través del ICO, a crear fondos de inversión gestionados por los Entes Locales que intentan dinamizar el sector más castigado por el paro como es el de la construcción.

Pero también ha impulsado reformas estructurales que ponen las bases para cambiar el modelo de crecimiento económico y el modelo de productividad: por ejemplo, la ley del suelo que termina con las especulaciones urbanísticas, la liberalización del sector servicios, simplificando la apertura de comercios, una ley de economía sostenible que busca un equilibrio económico, social y medioambiental, o planteando una reforma laboral, una reforma de las pensiones o proponiendo un Pacto por la Educación.

La crisis tiene que ser una oportunidad para cambiar lo que ha fallado, aunque sabemos que este tipo de medidas tienen efecto a medio y largo plazo. Hay que cambiar lo que ha fallado sin perder de vista el objetivo último: mantener la cohesión social. Nuestro modelo de crecimiento era malo, muy malo y se ha mostrado fallido. Hay que dar el combate de fondo apostando por la educación, la formación o la inversión en innovación e investigación.

Aun no siendo ni mucho menos los únicos causantes de la crisis, el Presidente del gobierno no ha tenido ningún reparo en asumir plenamente la responsabilidad. Eso es gobernar y liderar. Pero inmediatamente después ha ofrecido a todas las fuerzas políticas, y especialmente al principal partido de la oposición, unir esfuerzos para ser capaces de dar una respuesta común. Se ofrece consenso porque estamos convencidos de que solo unidos saldremos de ésta.

Un país demuestra que es un país cuando sus fuerzas políticas superan el interés partidista y son capaces de dar una respuesta conjunta.

El poder trabajar juntos, además, generará de manera inmediata confianza. Confianza en los mercados internacionales y en la economía española, pero sobre todo, confianza para todos aquellos ciudadanos que deben enfrentarse cotidianamente a decisiones difíciles.

Es el momento, sin duda, de mostrar el compromiso con el país. Creo que sería una pena no poder contar con el PP en este esfuerzo compartido que la ciudadanía nos reclama cada día.